Por: Erick Calderón Gutiérrez

Cuando planeamos un viaje se nos viene a la mente el destino tan concurrido y favorito de muchos, el de sol y playa. Es en esta época de verano donde todas las playas con las que cuenta México están abarrotadas de turistas y llegan a un punto donde puede resultar molesto para su disfrute.

El desierto no solo son temperaturas extremas y un ambiente seco, sino que ofrece atractivos naturales y actividades que potencializan el desarrollo de los pueblos cercanos. En ocasiones tenemos una idea muy diferente de algunos destinos turísticos, por ello hay que visitarlos y conocer la riqueza con la que cuenta nuestro país.

Al norte de Zacatecas se encuentra el desierto Chihuahuense, que comprende los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Durango y Zacatecas. Esta inmensa zona árida abarca desde la Sierra Madre oriental hasta la Occidental.

Mapimí fue la primer Reserva de la Biosfera de América Latina, con el fin de salvaguardar y proteger su flora y fauna. Es patrimonio natural de México y en esta parte se encuentra la Zona del Silencio. El peculiar nombre es referente a los mitos que se cuentan sobre dicho lugar. Todo comenzó cuando un cohete de la NASA cayó en el territorio a inicios de los años setenta, con ello generó intriga dentro de la población cercana ya que al ser localizado y retirado del área dicho cohete fue con tantas medidas de seguridad que ningún habitante de la zona lo vio.

Platicando con un lugareño mencionó que todo fue plan de la NASA, para sustraer uranio presente allí. Fuese cual fuese la verdad, el hecho generó un gran misterio y con ello dieron paso a las tantas teorías que hoy se escuchan. Los avistamientos y aterrizajes de extraterrestres, o que es un portal que atraviesa al otro lado del mundo al Tibet o Nepal, en fin, muchos mitos que hacen interesante y atractivo conocerlo pero lo que sí es verdad es que es un lugar muy tranquilo para relajarse, caminar por el desierto y admirar un hermoso paisaje.

Antes de llegar a la zona del silencio está el ejido La Flor, que ofrece servicios a los visitantes desde comidas, alojamiento y practicar turismo rural con talleres de elaboración de tortillas, pan ranchero, así como monitoreo de tortugas, entre otras cosas.

Cuatrociénegas, un pueblo mágico dentro de esta zona, en el estado de Coahuila, ofrece magníficos paisajes y maravillosos atractivos naturales, al ser un lugar donde casi nunca llueve, conserva más de 500 cuerpos de agua que conforman ríos, pozas, ciénagas, lagunas y riachuelos.

Una poza muy representativa es la Poza Azul, con su característico color gracias al reflejo de algas y microorganismos presentes en el fondo. También hay dunas de yeso, las cuales son únicas en su tipo en México, estos arenales se mueven lentamente por la acción del viento cubriendo plantas que se encuentran a su paso, es por ello que la vegetación es escasa.

Con la poca lluvia y el movimiento por el aire se van asentando y compactando capas de arena formando los montículos. Son más de 800 hectáreas cubiertas de suelo blanco, simulando nieve la suave arena se puede tocar y a los montículos se puede subir siempre y cuando sea descalzo para no estropearlos, ya que su formación toma demasiados años.

El desierto Chihuahuense es el desierto más grande de Norteamérica y aunque parece vacio hay una gran variedad de animales y plantas que solo se pueden observar aquí. Es un lugar de belleza excepcional y riqueza natural que merecen la pena conocer, para así darnos una idea más clara de lo maravilloso que es.

Twitter: @ericalgu