Por Regina Larios

Reconocimientos de antigüedad, informalidad laboral y aumento en la expectativa de vida de los trabajadores son algunas de las causas que tienen al Issstezac al borde del colapso.

Para salvar esta profunda crisis se requerirá de grandes cambios, ya que de lo contrario los pensionados y jubilados de este instituto quedarán en el desamparo y quienes aún trabajan deberán migrar a las cuentas individuales o afores.

Al respecto, Tania Arreola, docente de la UAZ y experta en el tema de pensiones destaca que es una multiplicidad e factores o causas las que han llevado al instituto a la quiebra técnica en la que se encuentra por el momento.

Nació pagando

Una de las principales, según han manifestado las propias autoridades administradoras del fondo, es el reconocimiento de antigüedad a trabajadores.

Marco Vinicio Flores Vázquez, director de la institución, relata que las primeras pensiones se debieron haber entregado hasta 2003, toda vez que el instituto se creó en 1987, en tanto que las primeras jubilaciones debieron haber sido hasta 2017.

Sin embargo, precisa, que para 2003 el Issstezac ya pagaba 868 pensiones y jubilaciones, en tanto que para 2017, ya eran 3 mil 558 los pensionados y jubilados. De este modo la institución “nació” pagando pensiones y jubilaciones.

Otra causa es el pago de pensiones millonarias, a lo que Flores Vázquez mencionó que se tiene proyectado presentar alrededor de 200 juicios de lesividad de jubilados que tienen percepciones por encima de la ley, mientras que  Arreola expresó que una de las modificaciones que solicitará una parte de la base trabajadora es poner topes al monto de los pagos de las jubilaciones.

Topes a la jubilaciones

La razón es que, hasta ahora, el tope máximo de estas es de 25 salarios por día mientras que el mínimo es de tres. Es decir los trabajadores que más ganan pueden jubilarse con pensiones hasta de 92,415 pesos, mientras que para los que menos ganan el pago máximo al que pueden aspirar es de 11 mil  99 pesos.

En este sentido la experta expuso que se hará la propuesta de que el tope para los que más ganan sea de 15 salarios mínimos (55 mil 449 pesos) y para los que tienen percepciones más bajas de cinco (18 mil, 483 pesos). Esto con la finalidad de que la desigualdad salarial entre los trabajadores no sea tan amplia.

Al respecto, Flores Vázquez dijo que en lo subsecuente, todas las medidas que se hagan estarán enfocadas a privilegiar el interés general por encima del individual, de manera que no se privilegiará a ningún particular.

Otra de las causas expuestas es la informalidad en los centros de trabajo, ya que por lo menos la mitad de los trabajadores del gobierno estatal, por ejemplo, no están debidamente contratados y no pueden hacer aportaciones.

Una expresión de esto es que la cantidad de trabajadores que cotizan ha disminuido de forma alarmante, pues en el 2000 había 19 trabajadores en activo por cada jubilado, mientras que a la fecha solo hay cinco trabajadores por cada jubilado.

Sobre este asunto, Arreola recordó que actualmente la edad de jubilación es a los 65 años, por lo que los trabajadores, quizá estarían en posibilidades de aceptar que se aumente máximo 2 años para darle viabilidad a la institución.

En cuanta a las aportaciones, señaló que el margen de incremento que se ha estado manejando en las aportaciones es del 12% al 15% para los trabajadores y del 24 al  27% para el patrón.

Agregó que también se analiza la posibilidad de aceptar que se concesiones algunos de los activos del Issstezac, como los hoteles, a particulares, esto con el objetivo de que no se vendan, toda vez que de venderse se perderán.

A la espera de mil 400 millones

En relación a esto el director del Issstezac dijo que por el momento se tienen unos terrenos, que el Congreso ya autorizó vender, y que en total le aportaría alrededor de 900 millones de pesos líquidos.

Sin embargo, expresó que no se ha concretado la venta, pero que ya están trabajando en conjunto con la Secretaría de Economía del gobierno estatal para comercializarlos.

También se informó que el terreno, con un valor de 500 millones de pesos, que aportó el Gobierno del Estado para pagar la deuda del Cobaez, tampoco se ha logrado vender.