Por: Luis Medina Lizalde

López Obrador visitó el domingo a un estado dónde la mayoría de la clase política no ha incorporado el valor de la austeridad aunque finja hacerlo,  no le hace el feo al nepotismo y  la democracia la asume de dientes  para afuera,  vive mentalmente en la república de los “contactos” confundiendo la política con las relaciones públicas. Aterrizar en Zacatecas  la Cuarta Transformación no será cosa fácil.

Sería una imperdonable miopía histórica suponer que los cambios  en la vida nacional  llegarán en automático a la vida local, valga el siguiente ejemplo: El primero de Enero de 1934 entró en vigor por primera vez el salario mínimo con alcance nacional,  cuatro décadas más tarde el   estudiantado izquierdoso lucharía por el pago  del salario mínimo a  los trabajadores de la construcción a contratistas privados y de la Dirección de  Obras Públicas,  entonces el salario valía mucho más que ahora pero estando en la ley no estaba en la vida real.

Hoy López Obrador impulsa el empoderamiento del ciudadano como  esencia de la democracia, para tal efecto hará realidad lo dispuesto en el art. 35 de la Constitución en materia de consulta respecto a temas de trascendencia,  dotará de dientes  la persecución de delitos electorales reclasificándolos como graves  y  condena el uso faccioso y clientelar de los programas sociales. En el mismo afán democratizador   recientemente el Senado de la República aprobó el Convenio 98 con la Organización Internacional del Trabajo con lo que eleva a rango constitucional instrumentos que afianzan la libertad sindical,  se impulsa la reducción del financiamiento a partidos políticos para quitarle peso al  dinero en la actividad electoral.

Pues bien, nada  garantiza que  en Zacatecas  dejemos de padecer, si no luchamos,   charrismo  sindical, nepotismo,  élite gobernante sobre pagada,   imposiciones, compra de votos y uso clientelar de programas sociales,  busque entre los ediles,  funcionarios y diputados a ver a cuántos encuentra que hayan luchado contra eso.

                   NOS PASÓ DE NOCHE

Zacatecas no despegó durante el régimen de la revolución mexicana  que concluyó en 1982, tampoco agarró vuelo en el ciclo neoliberal que concluye con el actual sexenio ¿cómo evitamos que la Cuarta Transformación nos pase de noche?

El  gobierno local es interlocutor débil frente a la federación  mientras sea  merecedor de los mismos reclamos que le hace a la UAZ cada vez que  pide aumento de subsidio.

Municipios y gobierno del estado tiene personal sobrante y mal controlado,  cada obra pública  produce  desencanto social  por cara, mala y tardía. La opacidad y la impunidad de la corrupción pública hieren la conciencia colectiva.

 

No existe región de México cuyo florecimiento no se apalanque en recursos públicos, pero nuestro gobierno se lo  pide a sus diputados ignorando que este se confecciona en el Poder Ejecutivo y que ya “cocinado” la cámara le mueve muy poquito al documento entregado cada 8 de Septiembre por una obvia razón: Es en la administración pública dónde están equipados y organizados para su ello, la ruta  de los diputados es útil para los centavos, no para los pesos.

La fortaleza de la interlocución con el Gobierno Federal depende de rendir cuentas, gastar honesta y eficientemente lo asignado, planeación integral viable y a largo plazo, capacidad de proyectar y cabildeo institucional ramo por ramo, no depende de que un gobernador sea amigo del Presidente, es conocido como los políticos inducen comentarios  en los medios de que están muy “bien parados”  dicen con conmovedor provincianismo y eso no tendría nada de malo si  los propios gobernantes no mordieran el anzuelo buscando palancas providenciales en vez de sumergirse en el interior de sus gobiernos para limpiar la casa y poner orden.

              DE NOSOTROS DEPENDE

Error de los zacatecanos ha sido esperar pasivamente que lleguen  buenas nuevas de la federación , ojalá aprendamos la lección y esta vez convirtamos en realidad  local la agenda progresista,  además de los múltiples beneficios concretos anunciados ayer por López Obrador.

Si queremos sindicatos democráticos, fin de  imposiciones caciquiles, nepotismo,  compra de votos y eliminación  de corrupción y privilegios, tendremos que asumir que la mitad de la  solución del problema radica en quienes tienen el problema y la otra mitad depende de que AMLO cumpla su parte, como ocurrirá.

Dicho de otro modo, los anhelos serán realidad en nuestro estado si somos más los comprometidos con los cambios derivados del proyecto de AMLO que los que, a sabiendas del daño  que hacen a Zacatecas,  por oportunismo  o necesidad   son instrumento de caciques, lideres charros, gobernantes autoritarios y corruptos.  

A  tiempo estamos de que los beneficios  de la Cuarta transformación no  pasen de noche, que la rebelión ciudadana contra corrupción, antidemocracia y privilegios no se apague.

Bienvenida la exigencia de congruencia.  

Nos encontramos en El Recreo

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