Por: Luis Medina Lizalde

El aval de la Suprema Corte  para que los impuestos ecológicos los cobren  gobiernos de los estados tiene  repercusión histórica.

Las empresas contaminantes, particularmente las mineras, recibieron con desagrado el fallo, su prepotencia tiene lógica,  desde que Salinas hizo cambios sustanciales en la legislación minera se acostumbraron a que en México podían hacer y deshacer, esta vez ya no se beneficiaron de la protección presidencial, pues es bien sabido que fue el Presidente Peña Nieto el que buscó la reversión de la legislación impulsada por el gobernador, Alejandro Tello Cristerna,  las mineras tienen prensa a su favor y un líder sindical, Carlos Pavón, que de manera transparente dice lo que los patrones mineros no se atreven a sostener en público, no obstante, ya pasó  la época en la que el gobierno se comportó como servil mozo de estribo de los prepotentes empresarios de esta industria, en ese sentido vale la pena registrar el episodio como un acto de empoderamiento del interés general y nacional sobre los particulares y extranjeros.

Otro ángulo para examinar los 4 impuestos en cuestión: La legitimación de los impuestos es tarea incumplida.

El Gobernador de Chihuahua ha emprendido una lucha jurídica para disputarle a la federación el Fondo Minero, pretendiendo que continúe el esquema de distribución entre los tres niveles de gobierno según el cual los municipios donde se asientan las  unidades  mineras  reciben el porcentaje más elevado. Lo primero que se advierte, es que los gobernadores que como Javier Corral se envuelven en la bandera del federalismo, no tienen más vía que la jurisdiccional ya que los gobernados de esos estados no reaccionan con pasión federalista a pesar de las arengas.

 La disputa de los impuestos no enciende pasiones cuando menos en  el México de hoy.

La explicación a la frialdad colectiva la encontramos en la falta de legitimidad del uso de los impuestos propia de malos gobiernos  (El reniego de los seguidores de Jesús cuando San Mateo se incorpora a las filas es por su impopularidad ganada a pulso como cobrador de impuestos).

                            NOMÁS NO ENTENDEMOS

Los recursos del fondo de minero  cojean del mismo pié, lo primero que la prensa ha hecho resaltar es la carencia de proyectar de municipios y a veces de estados y no pocas veces la sospecha de corrupción.

En Zacatecas ha sido Mazapil el municipio con mayores recursos procedentes de dicho fondo por ser el asiento de explotaciones de gran importancia, si usted le rasca tantito al tema de en qué se ha gastado el dinero recibido se encuentra que entre la población circulan historias que agravan la ausencia de legitimidad donde lo menos importante es si dichas historias son apegadas a la verdad, lo decisivo es que la gente está convencida de su veracidad.

Cuentan que con el fondo minero se había convenido la colocación de domos en las escuelas primaria, la secundaria y la Preparatoria, pero que al Presidente Municipal se le ocurrió que en vez de los 3 domos se colocara uno solo muy grandote y mucho más caro que los 3 juntos  en la plaza de la comunidad, pues juzgó más útil la celebración de bailes y reuniones que la cobertura de actividades educativas y deportivas dejadas al inclemente sol del semi-desierto. Eso no es todo, además de relatos de abultadas cuentas de restaurantes con cargo al erario, los pobladores de esos rumbos identifican como proveedores de ferretería y materiales pétreos a una hermana del Edil y a un conocido patrocinador de campañas electorales.

Cobrar impuestos es tan impopular que los gobiernos de los estados prefieren que la federación los cobre y la federación responde a las demandas de más recursos pidiéndoles que no se hagan que la virgen les habla, que también cobren impuestos.

                             EL RETO QUE VIENE

                             

Hacer de los “impuestos ecológicos” contribuciones locales es un aliento al auténtico federalismo, la pregunta es: ¿Están los gobiernos de los estados dispuestos y capacitados para lidiar con los complejos de intocables de los prepotentes directivos mineros?   ¿Agravarán  la deslegitimación de los impuestos cobrándoselos nada más a los débiles fabricantes de ladrillos, areneros y demás emisores de contaminantes?

Los Canadienses,  Larrea  y similares anticipan  “Por mi espíritu hablará Pavón” y contarán con prensa afín  para callar o vociferar según convenga.

Los mexicanos  pagamos  menos impuestos y renegamos  más que los de otros países ¿Nos falta espíritu de sacrificio?  No lo creo, cuando Lázaro Cárdenas llamó a cooperar para indemnizar a las compañías petroleras expropiadas las damas de alcurnia sacrificaron sus joyas y los pobres sus gallinas.

Tarea estratégica de la Cuarta Transformación: Modificar la actitud colectiva ante los impuestos ejerciéndolos con limpieza,  eficiencia  y justicia.

¡Así no duele!

Nos encontramos en El Recreo

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