Por: Luis Medina Lizalde
Las consecuencias de la contundente victoria de López Obrador no son las mismas para todos los gobernadores, no será igual para Arturo Núñez de Tabasco que para Manuel Velazco, de Chiapas, tampoco para Javier Corral de Chihuahua o para Graco Ramírez de Morelos y así caso por caso.
El estado de Zacatecas también se cimbra con el acontecimiento, pues en lo inmediato, Alejandro Tello habrá de coexistir con Morena gobernado la Capital del estado además de Fresnillo y Zacatecas, que entre los tres concentran la porción mayoritaria de habitantes, también habrá de lidiar con un Congreso probablemente de mayoría opositora y un Presidente de la República que anuncia “ la cuarta transformación de la República “ del tamaño y profundidad de las tres anteriores, la independencia de México, la gran Reforma Liberal del siglo diecinueve y la Revolución Mexicana.
Alejandro Tello puede alegrarse de que Dios no se diera tiempo de escuchar las oraciones de su señora esposa implorando porque no saliera victorioso Andrés Manuel porque, lo que es la vida, Tello, a diferencia de otros gobernadores, sale fortalecido del arribo al Poder de Andrés Manuel, así parece entenderlo el propio Tello según se desprende de sus declaraciones a ese respecto.
Zacatecas no recibió trato preferente del régimen de la Revolución Mexicana que ve su fin en 1982, tampoco nos trató bien el régimen durante la etapa neoliberal que inicia con Miguel De La Madrid y concluye con el Sexenio de Peña Nieto. No toda la culpa es del Poder central pero eso ahorita no viene al caso, lo importante es tomar conciencia de que la gente votó por un Proyecto de Nación que rechaza explícitamente el rumbo marcado por los tecnócratas seducidos por los dogmas condensados por el “Consenso de Washington” que para los mexicanos se tradujo en profundización de la desigualdad, estamos pues ante el inicio de un ciclo dónde Zacatecas habrá de luchar por ocupar su lugar para no seguir en el lado ninguneado de la historia en el que nos confinaron los ciclos anteriores.
SALDOS POSITIVOS
Una primera razón de la buena suerte de Tello es que arriba a gobernar el Primer portador de un esquema de distribución de oportunidades de desarrollo a partir de la descentralización del gobierno federal, que habrá de convertir a Zacatecas en el espacio oficial para comercialización de productos del campo (Diconsa) que por sí mismo detona empleos directos e indirectos en gran escala, pero a lo mejor Tello aprecia más y mejor el resultado electoral porque lo libera del enemigo interno que todavía no lo acaba de “comprar”.
Para nadie es un secreto que el Gabinete de Alejandro Tello no es del contentillo de los priistas que se atrevieron a pedir que rodaran cabezas como la de Gema Mercado ante Aurelio Nuño y Osorio Chong, el resultado electoral deja a los de semejante pretensión desinflados, inermes y cuando menos algunos, necesitados de colocación La derrota del PRI los deja con la pólvora mojada.
Es fácilmente detectable entre connotados `candidatos perdedores del oficialismo la furia no muy disimulada contra Alejandro Tello por considerarlo causante de su derrota. En una clase política mediocre que acostumbra ostentar cercanía” con quien las puede” (Como en estos momentos en toda la República algunos patéticos políticos ostentan “cercanía” frecuentemente ficticia con López Obrador) como único o principal argumento para “jalar” simpatías, cuando se pierde una elección desde el bando del gobernante, el político siente que pagó la factura de ser identificado con el impopular gobernante o la desprestigiada marca, de algún modo eso es cierto, es indiscutible que AMLO y la marca Morena jaló a muchos que nunca hubieran ganado en otro momento y que en sentido contrario, hubo candidatos Arrastrados por la impopularidad de Peña Nieto y por el colapso de la marca.
ACUSACIÓN QUE ENALTECERÍA (SI FUERA CIERTA)
Pero no es ese el reclamo a Tello, no lo culpan, como a Peña Nieto, de ser causante de un voto masivo de castigo, lo culpan de haberos dejado solos, sin apoyo, sin dinero, tal es la queja que he escuchado en algunos, su patrimonialismo los ciega, ni siquiera se percatan de que están hablando muy bien del gobernador, que sin duda, más allá de su estrecho mundo, la ciudadanía desearía que fuera cierto, que por primera vez tuviéramos un gobierno que no desvío recursos públicos para favorecer a los de su partido.
Lo malo es que la prensa abunda en denuncias de repartos de dádivas, de intromisión de funcionarios y de reuniones de funcionarios con delegados federales dónde hasta cuota de votos se asignaron
De cualquier modo, Alejandro Tello, a diferencia de otros gobernadores, el nuevo escenario lo fortalece.
Nos encontramos el lunes en El Recreo
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