Por: Luis Medina Lizalde

La comunicación Presidencial mediante las conferencias mañaneras  puede ocasionar un efecto indeseado al desestimular la atención en las realidades locales ya sean municipales o estatales, que necesitan del examen crítico de la ciudadanía y que a diferencia de lo federal, no alimentan la información sobre lo público, ya que es notorio ahora más que nunca, que los gobernadores y presidentes municipales siguen gastando dinero de los contribuyentes en lo de siempre: la promoción de  su figura.

La urgencia de entender los cambios profundos que experimentan las sociedades de vez en vez es para  individuos y para colectividades, para  gobernantes y para  gobernados o ser hojas  en vendaval.

 En Zacatecas, si repasamos las declaraciones oficiales advertimos  un discurso esquizofrénico,  se  dice que tenemos una restricción de dinero extrema originada en el Gobierno Federal pero se gasta como siempre. Tal esquizofrenia no es nueva, pero ahora se nota más que nunca.

 La contradicción no debe ser desatendida por la población zacatecana, solo la ciudadanía puede imponer otro modo de gobernar.

El Gobierno del Estado instala su cura en salud hablando de que la obra pública se paraliza porque el gobierno federal no aporta recursos y omite decir que pocos estados tienen el récord que ostenta Zacatecas en obras mal planeadas y peor ejecutadas sin que nadie responda por tanto perjuicio acumulado.

La rentabilidad de la burocracia creciente para enfrentar la corrupción hasta ahora es nula, las fugas de dinero público son múltiples.

Los cambios nacionales en curso  imponen la necesidad de cambiar la mentalidad en el modo de gastar el dinero público y en el modo de conseguirlo.

 No debemos  seguir con  el gasto superfluo coexistiendo con carencias de todo tipo, los primeros que debieran cambiar de mentalidad son los gobernantes pero no dan signos de darse por enterados, las notas cotidianas de los medios de comunicación dan cuenta.

La dependencia de  recursos federales es inevitable pero no apostando a “palancas” sino  a partir  de  capacidad de acreditar planes, proyectos y resultados.

 Los recursos dependen cada vez más  de los planes serios, sustentados técnicamente y con consenso social y de la ejecución pulcra de lo planeado.

Zacatecas sí cuenta con gente capacitada para planear, ejecutar y supervisar,  este capital humano ha sido desperdiciado.

 

                                              A REGAÑADIENTES

La resistencia al cambio instalada en  realidades locales es muy notoria, el Gobierno de Tello la subraya cuando comunica la reestructuración de la nómina del gobierno del estado haciendo saber que atiende la política federal, como diciendo “a mí no me reclamen”,  lo  ratifica el Secretario de Finanzas Jorge Miranda cuando hace saber que Emilio Barriga, el segundo del Auditor Superior de la Nación, le dijo  que está por iniciarse la revisión en los Poderes Legislativo y Judicial locales, lo que deberá encontrar la fórmula legal ¿Vía convenios?,  para  que en aras del federalismo no se neutralice el saneamiento,  que deberá encontrar un gran respaldo ciudadano en cada entidad federativa.

Los gobernadores toleran situaciones de corrupción a sabiendas del daño político que les ocasiona, en “corto” reniegan de algunos de sus funcionarios de la misma manera como algunos amigos le rayan la madre al corrupto que les cobra los “moches”, “el muy jijo le gana más a la obra que lo que yo le saco” pero no se atreven a denunciarlo por miedo a entrarle a la lista negra si no de hoy sí del siguiente gobierno que si sale corrupto se cuida de los “chismosos”.

La  erradicación de la corrupción desde  la presidencia de López Obrador sería una golondrina que no hace verano si es temporal y acotado a lo federal.

Será auténtica revolución pacífica si el cambio es permanente y estado por estado, municipio por municipio.

 Lo deseable sería que los gobernantes jalaran para el mismo lado, que combatieran la corrupción e introdujeran la austeridad y otra escala de prioridades en el uso del dinero público acorde a lo socialmente necesario pero no está sucediendo en todos los casos ni siquiera con los de su propio partido, no hay otro camino que el de abajo hacia arriba para impulsar que la #Cuarta Transformación no nos pase de noche y  lo superfluo  siga desplazando lo urgente

 

 LO DE AYER CORTINA PARA LO DE HOY  

Otro cambio de mentalidad que debemos alentar consiste en combatir la corrupción de arriba abajo y de ahora hacia  atrás para que los segundones no sean  chivos expiatorios y los corruptos de ayer  no sirvan de   distractor a los corruptos de ahora.

Enfrentar la corrupción de gran escala no es “enchílame otra” pero hoy, cada gobernador y cada presidente municipal pueden apoyarse en la voluntad presidencial para liberar a sus gobernados del cáncer mortal.

 

Nos encontramos  en el Recreo

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