Por: Luis Medina Lizalde

              

Los vertiginosos cambios  que vive el  país al estado de Zacatecas lo agarran mal parado, la visita del ´Presidente de la República  fue escenario de pronunciamientos trascendentes  opacados por abucheos que interrumpieron el discurso del Gobernador, en inopinada reacción a inoportunas porras estilo PRI.

La incómoda situación es consecuencia de una incipiente y reversible confrontación que debemos atajar en pro de una sana convivencia entre distintos pensamientos políticos aunque sin reproducir  la pluralidad perversa que desde los noventa, en vez de eliminar la corrupción de la vida pública la propagó al grado de que  dejó de ser imputable en exclusiva al régimen priista. La revelación reciente de la magnitud del huachicol da cuenta de ello.

Hoy nadie pone en duda que cuando nos hablábamos de corrupción de la clase política nos quedamos cortos, el combate al robo de combustible nos da cuenta de que el SAT fue clave en la expansión de este delito que tal como el de tráfico de drogas involucra grandes empresas y genera su propia base social como lo acredita la explosión en Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, una comunidad de muchas que ante la falta de opciones succionan gasolina para consumo propio y venta entre los de su entorno.

Alejandro Tello  inició su mandato con un Presidente de la República de su propio partido y a mitad de su gestión tiene el reto de tejer una nueva relación con un Presidente que llega desde la oposición  con respaldo  ciudadano  sin precedente y con un programa de cambios de gran calado.

Zacatecas no ha recibido el empujón de la federación para su avance como  otras entidades, entre otros factores, por nuestra pobre calidad como interlocutores, modificar para bien nuestro  la relación con la federación  debe ser preocupación y ocupación constantes de la clase política del estado.

La primera visita de López Obrador como Presidente en funciones se dio en un contexto de recelos y malestares que tienen que ver con formas pero que de persistir pueden afectar el fondo de la relación, la  omisión atribuida a Verónica Díaz en su calidad de representante sin contornos definidos del  gobierno federal generó un entendible  reclamo ante la Secretaria de Gobernación y la opinión pública, falla de formas en todo caso.

 

                   ANFITRIÓN CRITICÓN DEL INVITADO  

 Tello incurrió en una rudeza gratuita.   Olvidando que no es un ciudadano cualquiera  y su calidad de inminente anfitrión del  visitante  presidencial,  califica como  fracaso  la estrategia contra el huachicol por sus efectos económicos, algo perfectamente entendible en la Coparmex pero inadmisible en un gobernante que de ese modo niega solidaridad  al presidente en el momento más delicado de la lucha.

Es bien sabido que aunque mucha gente con  buena fe lo repite,  el argumento contra  la estrategia anti-huachicol  es difundido  por la élite vinculada al saqueo gasolinero ante la imposibilidad de oponerse abiertamente a una lucha muy sentida por los mexicanos.

No es necesario ser psicólogo de masas para saber que en el  ambiente de desencuentro plasmado en medios locales,   llevar contingentes para  arropar con porras al Gobernador era descobijarlo  ante la previsible reacción de la concurrencia abrumadoramente partidaria del Presidente de la República, sin esa pifia organizativa el acto habría transcurrido sin gritos y abucheos.  

La adecuada  relación de Zacatecas  con la federación permitirá  al Gobierno de Tello atender lo urgente sin sacrificar lo importante, dos papas calientes aparecen en el discurso presidencial: La crisis financiera de la UAZ (que deberá  tomar decisiones correctivas que ha venido posponiendo) y la resistencia a la presa de Milpillas, ambos casos reclaman mucha sabiduría política, atención cuidadosa y recta firmeza.

Otra papa caliente es la del ISSSTEZAC,  la salida fácil  es rematar los bienes de este organismo para saldar compromisos con trabajadores y pensionados, pero la insolvencia tiene historia y responsables.  

APROVECHAR EL VUELO

                 

El gobernador de Zacatecas tiene una histórica oportunidad de apoyarse en el impulso presidencial para abatir la corrupción en el estado si como  López Obrador busca, mediante la transparencia radical, el acompañamiento de la opinión pública (no de la publicada).

El Presidente busca  contacto directo con la población, no se deja envolver por  burbujas, así tiene el pulso ciudadano día con día, de ahí su fortaleza para salir indemne de campaña tras campaña de furiosos “líderes de opinión” sin liderazgo real.

Si Tello hace lo propio, entenderá que existe hartazgo local contra la corrupción local que forma parte del hartazgo nacional contra la corrupción nacional ¿Qué tal que se pone al frente al grito de “me canso ganso”?

Será muy frustrante que en Zacatecas, ahora que hay modo, no aterricen los cambios que a nivel nacional impulsa con abrumador apoyo popular López Obrador          

 

Nos encontramos en El Recreo

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