Por: Luis Medina Lizalde

La corrupción empezó siendo  un platillo muy sabroso que de tanto comerlo nos hartó,  merced a tal hartazgo, López Obrador consolida una fortaleza política que desespera a sus detractores.

Por delante tiene el reto de no dejar brotar  el mal en sus propias filas,  la  prensa históricamente  “chayoteda”, las cúpulas partidarias adheridas al antiguo régimen y los afectados por sus medidas de saneamiento aprovecharán toda oportunidad para debilitarlo.

No todos los que acompañan a López Obrador comparten su  repudio al nepotismo, su firme condena al uso electorero de  programas sociales, su sincera adhesión al concepto juarista de “La honrosa medianía” y  su convicción de “no robar, no mentir, no traicionar al pueblo”.

Si los enemigos de la Cuarta Transformación usarán el tema de la corrupción que se detecte en  filas del Presidente, sus verdaderos aliados deberán no dejarles el camino libre convirtiéndose en vigilantes y severos denunciantes de toda corrupción que se detecte en el servicio público de parte de actores que porten la camiseta del nuevo Régimen.

La prensa profesional cumplirá  su cometido con la misma independencia y celo profesional  que la   enfrentó al viejo régimen solo que ahora sin represión ni ofertas de “chayote”.

La Victoria estratégica de los pueblos es cuando normaliza las virtudes de un buen gobernante, es decir, que éstas dejan de ser atributos de una persona excepcional.

Otorgamos un gran reconocimiento al político honesto ponemos porque entendemos que  es excepcional y  que vivimos una realidad en la que prevalece la regla de la deshonestidad.

Andrés Manuel López Obrador es reconocido en el mundo por su honestidad pero México no habrá salido del abismo si su virtud no se convierte en característica de su gobierno y si la honestidad no se instala para permanecer  sea cual sea el gobernante y sea cual sea el partido en el gobierno, como en los países Nórdicos y su envidiable calidad de vida.

La cartilla moral, su funcionar austero, su franqueza declarativa y sus primeras acciones de gran calado  dan cuenta de que su prioridad es combatir las estructuras de la corrupción al mismo tiempo que impulsa la cultura de la honestidad.

                                                  VIVIR FUERA DEL PRESUPUESTO ES VIVIR EN EL HORROR

 

La respuesta de los intereses ya afectados y los por afectar es cada vez más virulenta y si hasta ahora no han hecho mella es debido al derrumbe de la credibilidad de sus voceros en los medios de comunicación pero eso no significa que el respaldo popular a López Obrador no esté retado día tras día.

Hasta ahora la comunicación directa entre el Presidente y la población mediante “las mañaneras” y la cada vez más poderosa comunicación horizontal vía las redes cibernéticas ha sido suficiente para contrarrestar las campañas de sus cada vez más biliosos críticos.

Los tecnócratas forjados en las universidades gringas regresaron con la novedad de que había que  “achicar el estado y agrandar el mercado”, con esa proclama  le quitaron al estado empresas públicas muy rentables que entregaron a particulares, le quitaron autoridad al estado y la entregaron a una minoría de potentados al mismo tiempo que hicieron del presupuesto la ubre a la que todos ordeñan porque el modelo económico privatizador y subordinado a trasnacionales no creó los empleos prometidos y  no logró ni la mitad del crecimiento económico del Producto Interno Bruto de López Portillo para atrás.

….Y la fallida transición hizo que vivir fuera del presupuesto pasó de ser un error para convertirse en horror.

En  años noventa del Siglo XX  se aceleró la borrachera, todo mundo a la nómina y los que no cabían al padrón de proveedores, a la lista de convenios de publicidad, a los contratos por servicios profesionales más inverosímiles y a las asociaciones civiles y organizaciones filantrópicas, todo  a cargo de los impuestos y del endeudamiento público,  es decir, se creó un sistema de corrupción muy  poderoso  que tuvo como el último Mohicano a Peña Nieto

                                     SE AGOTÓ LA VACA

La ordeña del presupuesto le asigna dinero de sobra a los partidos al grado  que estos ni se molestan en recabar las cuotas de sus miembros, asignó subsidios a agrupaciones de la sociedad civil ideadas para ordeñar el presupuesto (Es ilustrativo al respecto el escándalo de las  tangas adquiridas por Serrano Limón con dinero público asignado a Provida).

Partamos de un hecho: La corrupción  es tan abarcante que algunos de los que apoyaron la Cuarta Transformación  cultivaron  vicios que ahora se busca superar, si están del lado correcto de la historia, gustosos aprenderán a vivir y a practicar la política de modo distinto diciendo adiós a las ubres presupuestales.

No pueden reclamar  trato de excepción sin debilitar al Presidente.

 

Nos encontramos en El Recreo

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