Por: Eva Gaytán

Soy una irresponsable, lo peor que ha existido en el mundo, desde hace dos semanas no enviaba colaboración a COLMENA, pero es que… soy una irresponsable, lo peor que ha existido en el mundo; sin embargo en ocasiones pasan cosas que uno debe contarle a la gente y pues heme aquí:

La semana pasada tuve la fortuna de acudir a unos talleres muy chidos que formaron parte del Sexto Encuentro de Narrativa de la región centro-occidente (así de grandote es el nombre), pero no, no se preocupen no les voy a contar de eso.

El asunto es que debido a las obras que están realizando en el centro, osea los agujeros que hay por todos lados, consideré que era mejor irme caminando o en camión y así lo hice; uno de los días en los que acudí, me regresé a casa en taxi, ya era muy tarde y era lo mejor.

El señor que conducía el taxi me contó que desde hace 38 años anda en la ruleteada y que ha vivido en Zacatecas y en Torreón, disfruté mucho el viaje porque comenzó a quejarse del clima:

-¿Se ha dado cuenta que el clima es hermano de las ciudades y forma a las personas que viven en ellas? – dijo el hombre.

Me explicó que en Zacatecas el clima es traicionero, en rato nos hace creer que será un día caluroso y amable, pero por la noche nos muestra la cara real y es frío y malvado; la gente, desde el punto de vista del taxista es así, y debe pasar mucho tiempo para conocer el verdadero rostro de las personas.

Su análisis no iba realmente a la gente sino a los políticos y a la forma de gobierno:

-Los que están en el gobierno son casi los únicos que pueden salir de viaje y conocer otras ciudades cuando ellos deciden, ir de un clima a otro sin que les afecte por eso siguen en el poder, porque aprenden a medirnos a nosotros los ciudadanos y se burlan de lo que necesitamos y de los que queremos. Sacan las cosas malas de todos los lugares y las traen a Zacatecas y se aseguran de que esas cosas nos lastimen.

El taxista dijo que las campañas son como pequeñas guerras que hacen los políticos, y les sirven para enfrentar a la gente, “sólo desean que salgamos de pleito porque divididos jamás podremos ponernos de acuerdo para mandar al demonio a quienes buscan beneficiarse a sí mismos”.

Desde su punto de vista la gente en el poder tiene conocimiento pleno de todas y cada una de las necesidades que tenemos en el pueblo, pero no desean solucionarlo porque es el medio para seguir lastimando a las personas y en campañas tienen la oportunidad de prometer que resolverán los conflictos que conocen y que desde siempre han dejado pasar.

Puso como ejemplo los homicidios de taxistas que cada vez son más:

-Yo tengo muchos años en este trabajo y nunca he tenido un problema, ni un reporte, ni un pleito, pero todos sabemos cuáles son los compañeros que están metidos hasta las manitas en cosas chuecas y los reportamos, pero nadie nos hace caso. Los gobernantes deberían imponer sanciones reales para los dueños de los taxis que se han visto envueltos en cosas de ese tipo. Deberían quitárselos para que de esa manera los que no hacen caso de sus vehículos entiendan que si actúan mal se quedan sin su patrimonio y así no nos pondrían en peligro a quienes queremos ganarnos el pan honestamente y de paso al pasaje que en muchas ocasiones ni la deben y salen pagando.

El taxista confirmó mi pensamiento, no todo los ruleteros andan metidos en la delincuencia, pero sí hay varios que lo están haciendo y que son ellos quienes ponen en peligro a la gente.

La verdad si las autoridades escucharan a la gente, sus miedos, sus necesidades y sus ideas, quizá no estaríamos en el hoyo en el que nos tienen sumidos, pero en efecto es mejor ignorarnos y tenernos jodidos para que siempre haya alguien con tanta hambre que decida dar su voto por dos pesos.

En efecto, la dignidad y el repudio que sentimos por la forma de gobierno debería ser el móvil que usáramos para castigar a quienes nos han sometido e ignorado, sin embargo eso lo pienso yo porque acabo de cenar y tengo mi panzota llena pero hay miles de mexicanos que olvidan eso y sucumben ante las dádivas de los vividores que desean seguir pisoteando al pueblo.

Ojalá tengan en cuenta que el pueblo pisoteado no está muerto y un día será tanto el odio que terminará levantándose para defenderse de esos que se consideran los jefes de jefes.