Por: Luis Medina Lizalde
Como en 1847 y como en 1914, esta semana el Gobierno de los Estados Unidos capitaliza, por razones internas como las ocasiones interiores, la inestabilidad en México que resulta de la transformación del rencor social en rencor político, con la diferencia de que en esta ocasión la disputa del poder se dirime con votos y no con balas.
La militarización de nuestra frontera con los Estados Unidos, inicialmente con su Guardia Nacional, modifica radicalmente el contexto del ya de entrada complicado proceso electoral imponiendo la obligación a todos de preservar el clima que favorezca el grado de unidad nacional que requiere el momento.
La respuesta inicial fue inmejorable, los cuatro candidatos presidenciales se pronunciaron en el mismo sentido, cada quién con su estilo y Peña Nieto emitió un mensaje de respuesta calificado por muchos como el mejor de su vida, hablando como gobernante de todos y citando mediante riguroso orden alfabético las frases de los candidatos que mostraban la convergencia de posiciones.
Hasta ahí todo en orden. Sigue lidiar con el hartazgo no con la política, no con todos los políticos, sino contra determinadas prácticas políticas, así lo reportan las encuestas que anuncian que ni la apatía ni la manipulación mediática juegan a favor de la continuidad y que el grito por el cambio resuena fuerte ¿Cómo hacerle para que salgamos fortalecidos como Nación dispuesta a preservar la dignidad soberana? ¿Cómo evitar que las divisiones nuestras las capitalicen los voraces del imperio como cuando nos despojaron de más de la mitad del territorio nacional?
Cuando en la sociedad prevalece el rencor social es la desigualdad y la injusticia la que inspira reacciones de múltiples maneras, enojosas a veces pero siempre pacíficas, cuando el enojo se torna político en grado suficiente surge la disputa del rumbo, el choque de visiones, el cara a cara de opuestos proyectos de Nación, en eso estamos.
ELECCIONES SIN GRINGADERAS
Cuando el descontento transitó de lo social a lo político las fuentes alimentadoras de la furia ciudadana son las marranadas electorales en sentido amplio y la corrupción en la vida pública, unas y otras nos debilitan ante la amenaza externa porque nos confrontan internamente, frustran la cohesión que necesitamos.
Lo peor que nos puede suceder es que por falta de cuidado nos explote en la cara, como sucederá en Fresnillo si las autoridades no meten al orden a los hermanos Carlos y Héctor Pavón, detentadores de una minúscula parcela de poder hasta ahora suficiente para interrumpir vías de comunicación e interferir en el acceso al aeropuerto de Zacatecas protestando airadamente por el conocido “impuesto ecológico”, agrediendo actos del gobernador Tello en Fresnillo y los respectivos informes de dos diputadas oficialistas, el caso es que hace unos días, hubo una reunión a puerta cerrada conducida por Héctor Pavón, hermano del candidato a diputado federal priista Carlos Pavón, dónde se convocó a boicotear el evento proselitista de López Obrador programado para el martes 10 de Abril, conminando a los presentes a guardar discreción y advirtiendo que quienes no acudieran se dieran por despedidos y conminando a los presentes a acudir con “botellas, huevos y jitomates”
El infame plan trascendió porque entre los trabajadores hay miedo tanto a participar en agresiones como a las represalias a las que se exponen si no lo hacen.
Así nos lo dijeron: “No es que nos falten pantalones ni que seamos de López Obrador, en Fresnillo todos nos conocemos y muchos de nuestros cuates y familiares van a estar recibiendo a ese cabrón y porque los vamos a dañar”
Otra fuente de enojo político es el ilegal involucramiento de funcionarios federales y estatales detectados presionando subordinados para que participen en redes de apoyo a candidatos del PRI, en ese sentido funcionarios de la Secretaria de Educación están distinguiéndose por la enjundia con la que buscan quedar bien
Es notorio el activismo en pro del PRI de la doctora Cristina Rodríguez, que si bien no es funcionaria, su poder de hecho le permite asistir a reuniones de Gabinete y no a escuchar callada precisamente
JUEGO LIMPIO FORTALECE
Los candidatos y partidos tienen la responsabilidad de no envenenar el clima electoral, una cosa es la denuncia franca pero fundada y otra muy distinta es el insulto gratuito y facilón, la amenaza a nuestra soberanía Nacional es un hecho, no una posibilidad,
Debemos todos entender que lo mejor es que el voto libre decida el rumbo, que los tramposos entiendan que no está el horno para bollos
Hoy, los que juegan sucio, debilitan las posibilidades de nuestro país ante el peligro derivado de dormir junto a la bestia
El respeto a la ley es buen blindaje
Nos encontramos el jueves en El Recreo
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